diciembre 04, 2010

LA DIFERENCIA ESTÁ EN EL CASTIGO - Jaime Díaz*




Los pecados tienen forma física y natural, no importa quien los cometa, no importa su origen, no importa su naturaleza, solo se revuelven en un torbellino que se revienta y explota. No hay pecado que venga solo, no hay culpa que no se termine pagando en la tierra. Ojo, en la tierra.
Muchos pecados hay, pero solo uno estalla de la forma mas violenta, solo uno no conoce sexo, ni esencia, solo uno no conoce exclusividad y  basta un revolver y un rayo para llevarlo a cabo.

***


En su desespero, Samuel hace salir a sus hijos del cuarto y con una ira que ha ido conteniendo durante largo tiempo la hace arrodillar, no sabemos lo que dice, no sabemos que le contesta, pero la rabia lo ha consumido, el dolor intenso de la perdida, del desamor, de lo que el creía suyo y ahora se ha perdido, y sin importar en las consecuencias dispara.

Ella cae boca abajo en la cama y como la ira aun no lo abandona, dispara de nuevo.

Entonces llega la calma después de la tormenta, entonces 45 años preso tal vez no sea nada, entonces el suplicio de una eternidad con el Minotauro valga la pena.

En ese momento en que los sentimientos lo abandonan, en que las lagrimas dejan de estar calientes, en el que la sangre se deja de bombear con violencia, llega a pensar que la ira es un pecado de mortales.

Sin embargo, Samuel está equivocado.

***

Rubén es un tipo normal, de esposa e hijos, de trabajo y dedicación, de finca y ganado. Un día recorriendo sus terrenos se desata una tormenta inmensa, la ira de un Dios se revela y los mortales deberían temer.

Pero Rubén, que es un tipo religioso, no le hace caso al cielo y esperando regresar pronto a casa le exige a su caballo apurar el paso, pero entre toneladas de agua y estruendos infernales es alcanzado por un rayo que le castiga la soberbia de no temer a Dios, de creer que la ira existe solo en los corazones de los hombres.

Desfalleciendo entonces entiende que la ira también es un pecado divino, mientras el cielo se despeja y un hermoso arco iris aparece, como si Dios se burlara de que el  hacedor de reglas, no tiene una para él.



Casi que no doy con el nombre de @Turint pero  ahí lo pueden seguir en twitter  y este es su Blog cuyo nombre me evoca tanta felicidad nada más con mencionarlo! 


4 comentarios:

  1. como siempre leer algo del señor @turint es muy interesante!!
    yo lo único que digo es librame señor de este pecado!!!
    tiene mas reversa un avión que una palabra o una acción cegados por la ira.

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  2. Excelente post, me gustó mucho la segunda parte.. El pecado también es divino ¿Acaso no nos creó con instinto? ¿Acaso no somos hechos a su imágen y conforme a su semejanza?

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  3. Hay quienes creen que el amor puede fingirse, pero la ira no. El odio puede ser uno de los sentimientos más puros. ¿O no?

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