julio 25, 2010

UNA NOCHE CUALQUIERA XIII (Cap. Final)

Capítulo anterior
Final escrito por state_of_mind*


El día antes de casarse tenía organizada una despedida de soltero, por cuenta de sus amigos los parranderos. Ellos, que sabían el trauma de Dalia... Llamó al líder de la banda, y le dijo Necesito que me haga un cuarto. El amigo entendió y le dijo que claro, que contara con él, que pa las que sea.
Envió un mensaje de texto. Lali, creo que sí nos debemos un café. 6:00 pm Juan Valdez de siempre?
Recibió por respuesta: Perfecto. Sabía que aparecerías.
No se impacientó. Ya dominaba perfectamente la situación. Se arregló con calma, y faltanto 15 minutos para la cita, salió en un taxi. Puntualísima como siempre se pidió un granizado, y se sentó a esperar. Menos de cinco minutos pasaron para que él apareciera.
- Qué hubo!!!
- Hola, qué más¡
- Bien. Como va el matri?
- Todo en orden, a menos que a la novia no se le de por fugarse antes del sí
Soltaron la carcajada juntos. Se miraron a los ojos y se dieron cuenta que el tiempo sí lo cura todo, por más fuerte que haya sido el dolor.
Hablaron dos horas derecho. Se dieron las explicaciones mutuas, llegaron a un acuerdo de por qué las cosas tomaron ese tumbo. No sintieron tristeza, sino un alivio por darse cuenta de que todo era prueba superada, y que tendrían unos lindos recuerdos para contar.
- Lali, tengo que irme, mis amigos me esperan
- Claro, la despedida de soltero!!!
- Vienes conmigo?
- No tranqui, podemos ser amigos, pero no seré tu amiga-niño... Y rió desparpajadamente
- Te entiendo, dijo entre risas
Se levantaron de las sillas se dieron un abrazo y juraron nunca abandonarse. Se dieron la vuelta y partieron, cada uno con su rumbo y con su vida.

FIN
_________

*Participaron dos personas en el concurso del final de este cuento, la feliz ganadora fue State_of_mind que tendrá que esperar a que estemos en la misma ciudad para hacerle el postre de premio. Sin embargo, la perdedora no perdedora, everlyco tendrá también como premio otro postre, bajo las mismas condiciones (la  ciudad) :D Gracias a las dos por leerme este cuento largo y por hacer el esfuerzo de darle el final. 

A todo el resto de lectores del blog, mil gracias. Siempre. 

julio 15, 2010

ONE NIGHT STAND

Ella estaba lista para salir de "cacería" quería puro sexo loco y desenfrenado, sin compromisos, sin pasados ni futuros, solo eso, sexo una noche con un desconocido.  Con sus amigas había hablado del plan, tal vez salir sola no era lo mejor, así que las invitó aunque todas fueran en su papel de chaperonas.


Se puso divina, y repasaba en su mente las reglas que debía tener en cuenta:
1. Vestir sexy, pero no desesperada.
2. Dejar que la noche suceda, tal vez se necesiten varias noches para al fin encontrar la víctima.
3. Ser coqueta con estilo y clase.
4. Si tienes que dar el primer paso, Hazlo!
5. Entre menos licor en la cabeza, mejor será la elección.


Ella la tenía clara.  Llegó al sitio convenido con fama de tener buen panorama masculino, siempre hay algo con qué engordar el ojo y seguro esa noche no sería la excepción.


Decidieron tomarse unos martinis, sus amigas querían emborracharse pero ella les recordaba la quinta regla,   todo con calma. Bailaron, cantaron, conversaron y obvio a lo que fueron, observar quién podría ser el hombre que cumpliría la fantasía de Susana.


Lo vio a la distancia. Alto, de cabello negro, piel blanca, brazos gruesos. Bien vestido y  por lejos muy buen bailarín.  Se animó al son de su segundo y último martini, se acercó justo después de analizar bien la compañía que él tenía, solo un par de amigos, que en cuyo caso de encarte, allí estarían sus amigas dispuestas a bailar con ellos (pero nada más), a fin de cuentas, todas incluyendo Susana tenían novios y parejas relativamente estables, Susana solo quería vivir el momento, así le montara cachos a su novio que aunque lo quería pensaba que podría experimentar otras cosas.


- ¿bailamos?
Qué poco original soy, bailamos... pregunta cliché pero ni modo, tengo que hacer las cosas de frente. 


Durante la canción no se cruzaron más que los nombres, pero ella mientras abrazaba su espalda se lo imaginaba ya en la cama, sentía cada vez más que él era el elegido para esa noche. Lo recorría con sus manos, acercaba su rostro a su cuello, olía delicioso, él se sentía un poco tenso pero luego fue cediendo, acortaba la distancia de "respeto" que (a veces, solo aveces) tienen los hombres al bailar con una mujer por primera vez.  Ella le dijo suavemente al oído Quisiera que me llevaras a otro lado ahora mismo.


Él se quedó atónito, no podía creer lo que estaba escuchando e hizo como si nada hubiera pasado, la canción terminó y le respondió, dejemos que pase la noche. Ella callada se sentó de nuevo en la mesa y brindaron a la distancia.  Lo observó, vio como le contaba a sus amigos lo que Susana se había atrevido a proponerle. Se despidió de sus amigas y salió del lugar.

Funcionó, Andrés salió casi inmediatamente detrás.
¿Carro o taxi? - Tengo carro.
¿Tu casa, la mía? - Motel. Respondía ella al ataque de preguntas no esperado.

Se acomodaron, pidieron algo para tomar y se abalanzaron el uno sobre el otro sin decir más. Las palabras sobraban.  

Amaneció. Él seguía dormido a su lado, se levantó de la cama, se vistió silenciosamente y así como lo conoció, nunca más supo de él, excepto que se llamaba Andrés.

julio 13, 2010

CHISMES DE CONSULTORIO

Esperando en el consultorio médico...


- Mmmjjj a que no adivinas quien se iba a casar con Laurita, la hija de Estercita?
- Nooooo, no, no, no te lo puedo creer, como así?? con quien?? no me digas que con este muchacho, este... el que se veía como toda mosquita muerta? 
- Sí, imagínateeeee!!
- Pero ese matrimonio no era pues este próximo fin de semana? 
- Pues parece, te digo parece porque Estercita está muy triste, a duras penas le pude sacar el chisme, es que vos querida no sabés nada? 
- No, es que Resulta que Raquel, mi hija, si te acordás de ella...? (la otra asiente con la cabeza) Pues acaba de llegar de Francia, y no te imaginás todas las cosas tan divinas que me trajo. 
- En serio? qué envidia querida, pero pues mijita, no creás, es pura envidia de la buena. 
- En fin, entonces a qué viniste hoy por acá? 
- No pues es que ahora ya sabes, los años...
- Callate esos ojos...sí quería como decirte que lo de este muchacho Carlos Andrés me parece muy penoso, como que la empresa quedó en la quiebra de esa manera.... Y ahora con lo que me contás de Estercita, no quiero pensar si es que hay una maldición que nos va a caer a todas en el círculo en el que estamos. 
- Pues mija tocá madera, por que ya van tres familias que no sabemos a dónde irán a parar...

Maria Clara pase al consultorio por favor. 

Y yo pienso: aahhh me quedé sin saber con quién se iría a casar la tal Laurita.

julio 12, 2010

CONVOCATORIA PARA EL FINAL

hola a todos.  Resulta que despues de darle vueltas al asunto he decidido hacer una convocatoria, para quienes quieran escribir el final de Una Noche Cualquiera.

Las condiciones:

- Ser muy creativo
- Tienen libertad completa para jugar con los 2 protagonistas, meterle personajes adicionales, lo que deseen siempre teniendo en cuenta que va a ser el último capítulo y no podemos dejar cabos sueltos.
- Enviarme el post al correo (la persona que no lo tenga lo solicita) por twitter o por acá mismo. Si me dejan su inf de alguna manera lo hago llegar.
- El post ganador, será publicado y quien lo escriba recibirá nada más el crédito, mis gracias y cuando pueda un postre hecho por mi de regalo (si está en otra ciudad diferente a la mia toca esperar a estar en la misma).
- la fecha última de entrega del post será el 22 de julio!

Habrá un jurado calificador, cuya condición tendrá que no podrá saber quien escribió el post para que sea totalmente objetivo en la selección del ganador!!
Espero que lleguen al menos dos ideas!

ánimo!! :D

Eso es todo!!!

julio 08, 2010

UNA NOCHE CUALQUIERA XII



Dalia llegó a Medellín exhausta por el exceso de escalas que tuvo que hacer en el recorrido, le encantaba viajar en avión observar el cielo, la forma de las nubes, en ocasiones se sentía como una niña imaginándose que tenía alas y que era ella quien llevaba el rumbo de sus caminos en el fondo azul.  Algo que ciertamente no pasaba en su vida, ahora al haber tomado ciertas decisiones por lo que la continuación de su vida personal giraba en torno a las elecciones que hicieran los demás.

No me gustan las rosas, me parecen un cliché horrible! No, cómo se te ocurre que serán más bonitas por ser rojas, eso lo empeorará todo, me siento como en un velorio le repetía a Mariana una y otra vez, a pesar de que ella le había mostrado cientos de flores, de colores para los manteles, la decoración del salón, se suponía que se casarían por lo civil porque Martín no le hacia gracia la iglesia y sus dictámenes.  Claramente no, cada vez que pensaba más la idea de vivir con Mariana le pesaba en la mente lo que sucedería en su futuro no tan lejano, controlando su vida… Me voy a enloquecer pero qué más da, ella me quiere y a la larga será mejor estar con ella que solo. Ya queda una semana y todo estará listo.

- ¿Aló?
- Hola Martín, estoy en la ciudad y quisiera que nos viéramos lo más pronto posible, me quedo por pocos días y ya sé que te vas a casar el fin de semana que viene. Me gustaría explicarte todo lo que ha pasado en estos meses de ausencia, sé que no fue lo mejor que pude hacer y quiero verte y que hablemos…
- ¿Lali? ¿Desde cuándo…? ¿Lali en serio eres tú?
- Entonces querido, cuándo nos podemos ver o…
- No quiero saber nada de ti Dalia, el que me dejaras en París como lo  hiciste ya fue para mi suficiente explicación, ya tus palabras no valen y como bien sabes estoy con Mariana muy feliz de poderme casar y estar con la persona que quiero para mi vida.
- Martín, sólo es un café ya después veremos qué sigue para cada uno en su vida.
- No, las piezas ya completaron este rompecabezas y tú no eres quien para venir a desorganizarlo todo en este momento.
Colgó. 


julio 05, 2010

UNA NOCHE CUALQUIERA XI

El anterior Capítulo


Dalia sabia que Martín de alguna manera había logrado ocultarle la situación en la que se encontraba con Mariana, él creía que ella no se daría cuenta pero para infortunio suyo estaba cansada de que fuera tan caballeroso, detallista y hasta amoroso pero aún así tuviera la capacidad de negarle tanto a ella como a sí mismo, que aun extrañaba a Mariana en lo más profundo de su alma. Dalia lo único que quería era amarlo abiertamente, sin sospechar que su ex novia estuviera como un fantasma acechando cada acto, cada palabra, cada beso en los que Martín se permitía entrar en comparaciones, siendo ambas unas mujeres totalmente distintas, siempre encontraba que la balanza caía por su peso hacia el lado de su ex o hacia el lado de Lali, dependiendo del día e inclusive de sus propios ánimos.

Dalia poco a poco había llenado el vaso con estos pequeños detalles en que él se había puesto en evidencia. Para la última noche en París a su lado, había renunciado a ilusionarse sólo porque él habia viajado hasta allá para buscarla, aun así entre sueños él en ocasiones llamaba a Mariana, a veces una simple mención a su existencia bastaba para que se sientiera extraña ante ese nombre, sentía que la conocía como si fuera su amiga íntima y eso era lo último que necesitaba para su vida. Por todo esto y otras razones más, desde el principio Dalia había decidido quedarse a vivir en un pequeño pueblo al sur de Italia, así que la noche en que lo dejó solo en aquella habitación de hotel, se fue directo para este país donde tenía casi todo listo para iniciar una nueva vida, con o sin Martín.

Entretanto, como si Lali lo hubiera planeado, Martín seguía en Medellín, resignado; pero la preocupación constante, los cuidados que le daba y esa costumbre que traían de años atrás, hicieron que regresara a los brazos de Mariana, aunque no se sentía contento en lo absoluto y pasaba los días como si no viviera, como si no fuera él quien había echado todo a perder con la que realmente era la mujer de su vida: Dalia. Ahí estaba, tratando de ser como antes mientras que Mariana cantaba victoria para sus adentros, felíz y autoengañándose de creer que Martín volvería a ser el de antes o incluso mejor, hacía como si las cosas estuvieran muy bien e incluso estaban en planes de matrimonio, Martín no opinaba, sus amigos hasta le decían que parecía el hombre más idiota del mundo, no solo por no querer aclarar las cosas con Dalia sino porque su vida estaba vuelta miseria y Mariana no era precisamente la solución, sino más bien la enfermedad.

El dilema de buscarlo le rondaba desde que había comenzado a empacar las maletas. Dalia regresaría a Medellín por unos días.
 
 
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