marzo 29, 2011

TÉ PARA TRES

Ella se sienta a su lado. Su rostro está tranquilo y aún conserva el brillo de sus ojos después de acostarse con el hombre que ama. Sin embargo, mientras observa como él duerme, ese brillo se va mezclando lentamente con tristeza, tratando en vano de alejar ese pensamiento constante que gira y gira sin dejarla siquiera escapar un suspiro.

Pasan las horas, él se despierta y descubre que el lado de ella de la cama está frío y que lleva mucho rato en el baño, sin hacer el menor ruido acerca su oído para escuchar lo que está sucediendo adentro. Oye sollozos y palabras entrecortadas, él entiende lo que sucede "la conozco lo suficiente, que habla de nuevo con su mejor amiga, esto que nos está pasando no está bien definitivamente".  Vuelve a la cama, se acuesta de nuevo a buscar tal vez a que regrese el sueño, con la intención de olvidarlo todo y despertarse en un mundo donde ese pensamiento ni siquiera exista.

Escucha que la puerta se abre, Natalia en puntapiés camina despacio hacia la cama, verifica que Kike sigue durmiendo y temblorosa se acuesta a su lado. Es hora de despedirse de nuevo y esperar a que sea jueves para encontrarse otra vez en esa habitación de hotel lujosa que tienen reservada para ambos desde hace ya algunos años.

Lo despierta con un beso suave en la mejilla y mientras él simula salir de un sueño profundo Natalia le dice "te amo, debemos irnos... Recuerda que mi esposo me está esperando en casa".

marzo 16, 2011

REALIDADES IGNORADAS

Esta vez quise hacer un alto en el camino, ya que este blog precisamente no se caracteriza por ser de opinión y menos de la situación sociopolítica del país pero decidí escribir sobre un tema que tal vez poco pensamos por vivir la cotidianidad propia de nuestras vidas.


***

Hoy estuve en un encuentro donde reportan determinados informes sobre la Memoria Histórica de desplazados de nuestro país.  El evento organizado entre otras por la Alcaldía de Medellín y la Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación - CNRR- fue por describirlo de alguna manera desalentador, aunque podría decir con completa seguridad que ni decir aterrador, lograría expresarles lo que se siente al estar allí sentada mientras pasaba por mi mente lo agradecidos que muchos debemos estar por no encontrarnos donde sí llega la guerra nacional que a diario vemos por televisión.

Ahora, muchos pensarán que solo hasta hoy tuve este tipo de encuentros de frente con esa realidad, aquella que solo les toca a los campesinos y a la gente de a pie  que no tienen que ver nada con uno excepto tal vez, que compartimos la nacionalidad. Y pues se encuentran un poco equivocados, ya que por motivos personales y laborales he estado en contacto con situaciones que no vendré a contar aquí, pero que simplemente han sabido dejar huella en mí y desearía de alguna forma que impactara también en ustedes.

Hoy no fue un día fácil y menos lo fue cuando llegó la ponente de La Masacre de Bojayá.  Esta en especial tuvo gran impacto en mi, porque hace algunos años trabajando con niños en situación de calle en la ciudad de Medellín, me topé con un par de niños huérfanos que buscaban desesperados como regresar a su casa en Bojayá y pues la historia que contaban era simplemente escabrosa, ya que aparte al momento de llegar a la ciudad habían perdido al tercero de sus hermanitos y por buscarlo se separaron de su abuela quien se quedaría con ellos.  De esta historia no les tengo final, tristemente los niños no regresaron a la Fundación en la que trabajaba por lo que nunca supimos qué pasó con ellos.

Sin embargo el escuchar hoy toda la historia, de lo que la población sufrió incluso días antes al ataque, la lista de todos los nombres de las personas que allí murieron (Mujeres, algunas en embarazo, hombres y niños - uno de ellos nació adentro de la iglesia y murió poco después por la explosión), es aterrador y conmovedor.  Para no entrar en detalles pues el informe de esta y las demás masacres que fueron presentadas en esta jornada las pueden leer aquí, quisiera dejar una de las frases que más me generó impacto en donde se describía lo que sucedió cuando llegó el ejército Nacional: "Los habitantes de la zona se dieron cuenta que el Gobierno no los apoyaba cuando veían cómo los heridos de los paramilitares y los demás miembros de este grupo, eran llevados en helicópteros oficiales, atendidos y protegidos por las FFMM".

¿Hasta dónde se ha podido llegar con esta guerra? Es una de las tantas preguntas que me surge, estas realidades que expusieron hoy son la versión no contada en los noticieros, versiones que dan los protagonistas de la historia luego de muchos trabajos de sensibilización y les digo, hay que creerles cuando les ruedan las lágrimas por su cara recordando cada uno de los minutos mas atemorizantes que hayan vivido hasta ese momento ¿y después de eso qué les ha quedado?.

Para quienes conocen poco de Bojayá no quedaron solo los muertos civiles de ese día, hubo personas que posteriormente murieron de cáncer por las secuelas de las explosiones, otros quedaron de por vida sin una parte de su cuerpo... Pero tristemente todos fueron desterrados y trasladados a otra zona cercana, donde ya no tienen ni siquiera el arraigo a sus tierras.

¿La reparación llega cuando entregan tierras? Puede ser suficiente para las víctimas que los culpables sean enjuiciados - extraditados o no - para sentir una reparación en sus vidas? ¿Qué pasa después de que todo llega a la calma? ¿Hasta cuándo soportaremos lo que pasa ahora en estos lugares del país? Y ¿Cada cuánto será necesario hacer altos en el camino, para ver  a dónde estamos yendo? ¿Qué podríamos hacer nosotros desde donde estamos y desde lo que hacemos?



marzo 09, 2011

LA INOCENCIA

¿Por qué cada vez que maduramos más se nos va yendo con los años, la inocencia dulce que tenemos en la infancia? Lo pensé esta semana que me vi con mi primito estrella de 11 años. Aquel que inventa palabras y te cuenta su significado con el tono de "D'oooh! ¿cómo que no lo sabes?". Aquí transcribo el diálogo que sostuvimos por unos minutos.

- Jerónimo y ya tienes novia?
- Estuve a punto de tenerla el domingo.
- ¿Sí? ¿Cómo así que a punto?
- Sí, es que ella vive cerca de mi casa y es también de mi colegio, entonces fui a preguntarle que si quería ser mi novia, pero me dijo que no, porque el viernes ella había decidido ser novia de otro niño.
- Ayyy como así... ¿Y estás muy aburrido?
- No.
- Bueno, pues entonces te toca buscar otra niña que te guste.
- No, primero porque solo me gusta ella, segundo porque la veo todos los días...
- Pero si ella ya tiene novio... ¿te cae bien el novio de ella?
- No lo conozco, es que él no estudia con nosotros en el colegio, lo cual para mí es una ventaja por que
yo en cambio la puedo ver todos los días y además que me haya dicho que no, no significa que yo deje de luchar por lo que quiero.
(silencio de mi parte, porque quedé absorta con esas palabras viniendo de un niñito)
Continúa hablándome: - Entonces, yo pienso que si ella me gusta, con paciencia lograré que ella se decida por mi y no siga con el otro.
- Ah bueno, pero no te vuelvas intenso con ella, porque eso no le gusta a las mujeres, pero entonces ¿cómo se llama? ¿porqué te gusta?
- Tiene el nombre más bonito de las niñas del salón, se llama Sara y pues me gusta porque nos gustan las mismas cosas y además es como inteligente.
...

¿A dónde se fueron los tiempos donde a uno le gustaba un/a niño/a y simplemente iba y le decía quiere ser mi novio/a? Así sin más, sin pretensiones, ni misterios, ni compliques... ¿Ah?
 
 
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