Espero que por la velocidad en la publicación de esta quinta parte,
no me vayan a presionar para la siguiente, puede que esa tarde un poco más...
Dalia descansaba en Roma, había estado tomando vino en los parques, caminaba, tomaba fotos de las cosas que mas le gustaba (la fotografía era uno de sus pasatiempos, así que lo disfrutaba cada momento), la soledad de esos momentos le venía bien y pensaba en toda su vida, en su trabajo y por supuesto en Martín.
La noche antes de su viaje, en que él la dejó en la puerta de su casa, le entregó por fin la sorpresa que había mencionado tan sólo horas antes en el restaurante. Era una carta. Le hizo prometer que la llevaría consigo a todas partes mientras que estuviera disfrutando de Europa bajo la premisa de que no la podría leer sino hasta que él se lo avisara, así que ella ansiaba cada día recibir esa señal para al fin saber qué habría dentro de ese sobre blanco sellado que no tenía palabra alguna por fuera ¿pero a dónde la llevaría todo lo que habría escrito adentro? No era justo que cargara con eso día y noche y decidió que lo mejor era dejarla en lo más refundido de las maletas, así en las noches llegara al hotel a desempacarla y mirarla a la distancia.
Medellín. Martín vio como Mariana se acercaba rápidamente a la mesa, él se levanta de la silla para saludarla cordialmente con un abrazo tibio, se sientan y se miran como si fueran un par de desconocidos, sienten el ambiente tenso y tanto ella como Martín no encuentran la manera de quebrar ese silencio pesado, donde solo se escucha los sonidos de las demás personas. Él le pregunta por su familia, por su trabajo, pero ella en cambio le responde cortante y le devuelve las preguntas automáticamente. Llega el mesero, cada uno pide sus platos acompañados de una cerveza para calmar el calor que hace al medio día.
Continúa Martín - ¿Para qué me llamaste?
Se pone pálida al ver que él solo quiere ir al grano sin tener una gota de compasión por ella. Le responde: Apenas hace unos meses que entre nosotros todo lo que habíamos vivido y lo que queríamos para ambos se terminó. Yo sé que toda esta situación ha sido culpa mía, llegué a destruir paulatinamente lo que sentías por mi, acepto que no valoraba el hombre que eras conmigo y después de todo este tiempo, he pensado y recapitulado cada acto erróneo que cometí, quiero que volvamos, siento que te amo y que no podemos tirar por la borda todos estos años que estuvimos juntos...
- Mariana, ya lo hecho, hecho está... Como tú misma lo dices hace "apenas" unos meses, pero en este tiempo he decidido continuar con mi vida, he aprendido a vivir otras experiencias y déjame decirte que estoy feliz, este no es el momento para decirme esas cosas, los errores que cometiste no me permiten confiar en ti.
Ante estas palabras ella comienza a llorar disimuladamente, se preguntaba ¿qué había hecho para que este fuera el resultado final? y aunque intenta calmarla, Martín siente un alivio de poder decirle todo lo que piensa, a fin de cuentas era la primera vez que se veían después de todo y era el momento más buscado para cerrar ese círculo así ella no lo entendiera de esa forma. Y como si nada hubiera pasado, medio prueban los platos él paga la cuenta y se despide de un beso en la mejilla, para no verla más.
Sale del restaurante y se fija en la hora, hace cálculos para saber si Dalia estará aun en el hotel, quiere correr a llamarla y gritarle todo lo que se ha guardado. La llama, pero no la encuentra.
[Auto Censura]
ResponderEliminarEspero con ansias el próximo capitulo! definitivamente sos mejor que caracol y RC juntos! jejeje
Tengo que reconocer que Martín ya me cae bien!
ResponderEliminarSupo mantenerse en la decisión que había tomado y respetar lo que tiene con Dalia.
Ahora....Que dice la cartaaaaaaaa!!
ay de por Dios !!
ResponderEliminarespero prontoooo el proximo cap pa saber que es lo que tiene esa cartaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!!
:D
Martin me cae bien, probre MAriana pero nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde...
Buena decisión la de Martín, eso es lo que le faltaba: Carácter. El problema es que los italianos tienen fama de ser muy admirados por las féminas... la carne es débil, falta que la tierna Lali caiga en sus garras. Si a llamó y no la encontró, imaginando que Martín estaba almorzando en Medellín, por el cambio horario Lali debió salir de rumba...
ResponderEliminarJajaja, le estoy dando muchas vueltas a esta historia. Me imagino demasiadas cosas. Efecto de una buena historia.
Un abrazo!
nojoda!! si el man despacha a la ex así LO AMO!!! ya quisiéramos que los manes no se dejaran de los fantasmas!!! ahora!!! qué putas decía la carta!!! la ví la viiiiiiiiiii escribir!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarvea pues que bueno lo de Martin... menos mal aclaro las cosas de una vez, asi debe de ser, no dejar lazos sueltos que permitan dañar la relacion con Mariana.
ResponderEliminarBueno y ahora el misterio.. que dice la carta????
Anduve por aquí por mera casualidad, leí la V Parte de "Una noche cualquiera" y me vi obligado a retomar la lectura de las partes anteriores, como si estuviera reconstruyendo la historia a la inversa, imitando una rayuela. Lo mejor de todo: quedé atrapado en el suspenso de saber qué dice la carta y cómo estos personajes resolverán su historia. Quedo muy pendiente de la siguiente parte.
ResponderEliminarMuy bueno tu blog.
Saludos.
Muchas gracias a todos los que me siguen el blog y más esta historia que ha hecho que me esfuerce en persistencia para darles una entrega a uds.
ResponderEliminarGabriel U.S. Por acá bienvenido y gracias por la visita!!! Espero sigas disfrutando de los siguientes posts