Era una lluviosa tarde de verano, ella estaba sentada en la ventana viendo caer el agua incensante, se imaginaba todo su recorrido desde que caía del cielo hasta que pasaba en una calle y se iba arrastrando las hojas de los árboles y la basura que fuera encontrando a su paso.
A su lado, él, la miraba detenidamente con una concentración inmutable a pesar de los rayos y el sonido de las goteras en el techo.
Ambos estaban felices. En su soledad.
Esa tarde lluviosa, cada uno en su mente, decidió separarse por completo y seguir su camino. Pero los dos callaron y así, se pasaron los años sosteniendo lo que sería por siempre una feliz mentira.
Te Quiero Con Bugalú
Hace 1 año
nooooooooooooooooooooooooooooo
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