a la semana ya las lágrimas se me habían secado,
pero mis ojos,
a su manera, gritaban el desespero de mi interior.
Lloré y lloré bastante,
me dolía el cuerpo,
el alma... O yo qué sé.
Tenía tantas ganas de llorar, que hasta encontré
más motivos para hacerlo, aunque fueran ajenos a mi.
Lloré tanto, que hasta creo,
pasarán años sin que lo vuelva a hacer.
Sin embargo, la tristeza sigue
anclada aquí, en mis ojos...
Pero como siempre, sigue invisible a los demás,
porque quiere esconderse detrás de una inmensa alegría de vivir.
Te entiendo ;) abrazote para vos
ResponderEliminarlloré lloré yo siempre lloro como si se fuera a acabar el mundo!! jaaaaaaa y despues de eso, la paso feliz y vuelvo a llorar
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