El anterior Capítulo
Dalia sabia que Martín de alguna manera había logrado ocultarle la situación en la que se encontraba con Mariana, él creía que ella no se daría cuenta pero para infortunio suyo estaba cansada de que fuera tan caballeroso, detallista y hasta amoroso pero aún así tuviera la capacidad de negarle tanto a ella como a sí mismo, que aun extrañaba a Mariana en lo más profundo de su alma. Dalia lo único que quería era amarlo abiertamente, sin sospechar que su ex novia estuviera como un fantasma acechando cada acto, cada palabra, cada beso en los que Martín se permitía entrar en comparaciones, siendo ambas unas mujeres totalmente distintas, siempre encontraba que la balanza caía por su peso hacia el lado de su ex o hacia el lado de Lali, dependiendo del día e inclusive de sus propios ánimos.
Dalia poco a poco había llenado el vaso con estos pequeños detalles en que él se había puesto en evidencia. Para la última noche en París a su lado, había renunciado a ilusionarse sólo porque él habia viajado hasta allá para buscarla, aun así entre sueños él en ocasiones llamaba a Mariana, a veces una simple mención a su existencia bastaba para que se sientiera extraña ante ese nombre, sentía que la conocía como si fuera su amiga íntima y eso era lo último que necesitaba para su vida. Por todo esto y otras razones más, desde el principio Dalia había decidido quedarse a vivir en un pequeño pueblo al sur de Italia, así que la noche en que lo dejó solo en aquella habitación de hotel, se fue directo para este país donde tenía casi todo listo para iniciar una nueva vida, con o sin Martín.
Entretanto, como si Lali lo hubiera planeado, Martín seguía en Medellín, resignado; pero la preocupación constante, los cuidados que le daba y esa costumbre que traían de años atrás, hicieron que regresara a los brazos de Mariana, aunque no se sentía contento en lo absoluto y pasaba los días como si no viviera, como si no fuera él quien había echado todo a perder con la que realmente era la mujer de su vida: Dalia. Ahí estaba, tratando de ser como antes mientras que Mariana cantaba victoria para sus adentros, felíz y autoengañándose de creer que Martín volvería a ser el de antes o incluso mejor, hacía como si las cosas estuvieran muy bien e incluso estaban en planes de matrimonio, Martín no opinaba, sus amigos hasta le decían que parecía el hombre más idiota del mundo, no solo por no querer aclarar las cosas con Dalia sino porque su vida estaba vuelta miseria y Mariana no era precisamente la solución, sino más bien la enfermedad.
El dilema de buscarlo le rondaba desde que había comenzado a empacar las maletas. Dalia regresaría a Medellín por unos días.
Dios!
ResponderEliminarQue lo busque! Y que lo enfrente! Que le cuente porqué se quedó!
Y Martín que se quede con Mariana....Igual no será feliz
bueno toca que se enfrenten, que se saquen los trapos viejos
ResponderEliminarcómo así que llamaba a mariana en sueños? echeee yo también hubiera salido corriendo.... mire pues, y corra con el siguiente post!!!
Lo que le hace falta a Martín es carácter. Igual le falta un poco a Lali... no entiendo cómo puede seguirle el juego.
ResponderEliminarLo cierto es que lo pero de todo es el plan en el que anda Mariana. ¿Cómo que matrimonio? ¿Acaso Martín está tan zombie que accede a lo que sea?
Mala cosa. Nos llevas a una encrucijada, de cualquier forma todo puede resultar mal. No quiero ser pesimista, pero al parecer las cosas no van por buen camino. Entre más conozco al hombre más quiero a mi perro.
Ayyy Dios !! en que momentooo paso todo esoo!?
ResponderEliminarmatrimonio!?
ayy que horror !!!
tenaz me parece !
espero que Dalia vaya y enfrente todo!
porque me parece que huir a todo eso no fue la solucion!! ahora le va a ser mas difícil!
y el bobo de Martin que despierteeeee! por favor! no cometa ese error de casarse con alguien a quien NO AMA!! =S